Los mercados financieros son aquellos lugares físicos o virtuales en donde se negocian o intercambian instrumentos financieros a determinado valor; allí participan tanto compradores como vendedores, todos ellos con objetivos diferentes. Los mercados se dividen entre renta fija y renta variable.
En los mercados de renta fija podemos encontrar instrumentos financieros de deuda privada emitida por empresas para financiarse o incluso de deuda pública los cuales son emitidos por los diferentes gobiernos alrededor del mundo con exactamente el mismo objetivo, es decir, financiar el gasto público. Estos vehículos de inversión a través de la renta fija se negocian en mercados organizados y están al alcance de cualquier persona siempre y cuando esta cuente con los recursos necesarios para adquirirlos. Las inversiones en este tipo de mercados de deuda pública y deuda privada normalmente se hacen bajo un modelo de inversión pasiva, es decir, sin mayor intervención por parte del inversionista debido a que este tipo de títulos tienen un vencimiento determinado y una tasa de interés fija o variable según el tipo de bono.
La inversión pasiva es más segura a largo plazo pero así mismo ofrece un rendimiento inferior a otra clase de instrumentos financieros. Por el otro lado en los mercados de renta variable se encuentran mercados como el accionario, mercado de Futuros, mercados de CFD’s, mercado de divisas o mercado Forex en el cual se pueden aplicar todo tipo de estrategias y sistemas de Trading tanto discrecionales como automatizados mediante los robots de trading. A diferencia de la renta fija, en los mercados de renta variable es común encontrar sistemas de trading o modelos de inversión activos que constantemente están en interacción con el mercado mediante el ingreso de órdenes de compra y venta, este tipo de inversión activa busca rendimientos a corto plazo para estructurar una rentabilidad a mediano y largo plazo; lo más importante de un modelo de inversión activa es que cuente con un sistema de trading efectivo y con una estricta gestión del riesgo y del capital que le permitan ser un modelo sostenible en el tiempo.